martes, 11 de enero de 2011

TEORÍA DE LA REPETICIÓN

11.01.2011
Casi como un círculo vicioso, la historia se va repitiendo…
Cuando el ingenio no es superador, la vieja, efectiva y cómoda táctica de la destrucción, comienza a parecer eficaz.
El retorno de Duhalde, tiene una sola bandera…Venganza.

Sabemos como llegó al poder en 2002 y como se fue, tras los asesinatos en puente Pueyrredón.
En las candidaturas para 2003, entre Carrió, López Murphy y otros, la de Ménem, parecía ser la más poderosa, más allá del descrédito popular que imperaba sobre él.

Duhalde, ninguneado por Menem para las elecciones de 1999, se tomaría revancha.
Buscó y encontró la fórmula para quitarle poder, tomando la decisión inédita, de suspender la elección interna en el partido justicialista y permitiendo a todos los precandidatos peronistas, el uso de los símbolos partidarios comunes para presentarse a la elección general. De esta manera, Menem, Kirchner y Rodríguez Saá, se presentaron a las elecciones bajo el manto del peronismo.

Así fue que hizo honor a la teoría del divide y reinarás.
Cuando se llegó al balotaje, entre Menem y Kirchner la imagen negativa del primero, que superaba el 80%, lo obligó a no confrontar y llevó directamente a la presidencia a Néstor Kirchner, quien asumió el poder con menos del 22% de los votos.

Una década más tarde, esta vez, por el ninguneo de los K, vuelve por la revancha.
La estrategia es muy similar a la ya utilizada, más algunos esquemas más enroscados.

Perdido por perdido, Duhalde, sabiendo que su imagen negativa es similar a la del derrotado en 2003, logra un pacto estratégico con Magnetto el CEO de Clarín, enemigo acérrimo del Kirchnerismo, tirándose a todo o nada, en lo que sabe, es el último round de su vida política.

Uno, pone todos sus medios al servicio del descrédito y del antioficialismo y el otro, junto a Barrionuevo, utiliza la clásica y vieja estrategia de fomentar la alteración y caos en la paz social, ambos, con el único fin de quitarle algo del 50 % de imagen positiva que tiene la presidenta.

De esta forma Duhalde cargará con el trabajo sucio en el ámbito social y político de los próximos 10 meses, asumiendo todas las miserias y costos políticos, a cambio de ver al Kirchnerismo derrotado, en un nuevo y eventual balotaje.

Aquí comienza lo más enroscado del plan, “la maniobra de distracción”.
Magnetto se dejaba fotografiar y se reunía sin ocultamiento alguno, con otros precandidatos mostrando un supuesto acercamiento, mientras la verdadera apuesta, “la revelación”, se estaba preparando silenciosamente.

Luego del caos provocado intencionalmente en diciembre de 2010, la maniobra de distracción, continúa con Duhalde lanzándose como candidato presidencial, aunque esto ocurra, sin pena ni gloria. El único objetivo es restar votos al oficialismo y aquí se repite el juego de 2003.

Así como él arrastrará votos, también lo harán, los otros candidatos de los demás partidos.
Cuantos más mejor y miren el espectro en danza, Das Neves, Saá, Solá, Duhalde, por el Peronismo Federal mas el candidato Radical, el Socialista, el del Pro, otros como Pino, Carrió,y demás yerbas…

Mientras todos nos distraemos con las fechorías que Duhalde le hace al gobierno de Cristina, y lo cómico e impresentable que resulta el resto del circo político, casi de la nada, aparece el candidato encubierto del establishment económico,  el presidente del radicalismo Ernesto Sanz.

A tal punto de ocultamiento llegó la estrategia y el plan entre Duhalde y el poder económico y mediático local, que sorprendió, incluso, a los ingenuos Cobos y Alfonsín, ambos precandidatos por ese mismo partido.

Ernesto Sanz, a partir de ahora, contará con el apoyo de estos dos sectores de poder (medios y dinero), para llegar segundo detrás del oficialismo y en un eventual balotaje, contará con ese mismo apoyo y todo el aparato político Duhaldista anti K en Bs As y el Radical en todo el país.

A casi 10 meses de la gran pelea, me atrevo a decir que no habrá segunda vuelta, pero 10 meses es mucho tiempo para poder hacer daño y si Cristina Fernández o el candidato oficialista, no logra ganar en primera vuelta, este nuevo títere del poder oculto, increíblemente será…
el nuevo y manipulable, “presidente de los argentinos”.

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