martes, 1 de febrero de 2011

EL DON KING ARGENTINO

01.02.2011
Política, boxeo, votos y trompadas…
Desde antes de los militares Duhalde se subió al ring de la política Argentina.
Cuando los dictadores de la Federación de boxeo le exigieron que entregue el lugar que ocupaba en Lomas de Zamora, lo hizo sin chistar, y en 1983 una vez expulsada la nefasta Federación, recuperó los cinturones, para más tarde, en 1989, luego de generar, algunas riñas callejeras en el conurbano bonaerense, llegó a ser esparring del campeón Carlos Menem. Tras acompañar y defender todos los títulos del campeón, en 1995 lo dejaron pelear a él, por el título de gobernador de Buenos Aires, llevándose la corona.
Mientras tanto en Santa Cruz, otro púgil junto a su esposa hacían sus propias carreras, en silencio, sumando títulos y retenciones del mismo.

Un poco más gordo Duhalde en 1999 intentó ir por otra categoría y luego de la paliza recibida en el cuadrilátero de las elecciones, decidió tomarse un descanso obligado.
Mientras lo hacía descubrió que debajo del escenario también se podía pelear y ganar peleas, sin poner el cuerpo.
A fines del 2001 utilizando algo de aquella vieja gloria y haciendo uso de su nueva estrategia de liderazgo, impulsó varias riñas callejeras al estilo 1989,  promocionando este tipo de lucha, dejando, a de La Rúa y su gente, que ostentaban el título de campeón, (sin pena ni gloria), fuera del ring para siempre. Mucho público que fue a participar y ver esas riñas callejeras, acabó acecinado en la arena.

Luego de algunos insignificantes y mediocres boxeadores que duraron horas en la altura del cuadrilátero, tras varios golpes bajos, no permitidos, Duhalde llegó finalmente en 2002 al título tan anhelado, presidente de La República.
La forma en que lo logró, y las artimañas utilizadas para mantener el título, generaron en el público una permanente silbatina que estalló en lucha y nuevos asesinatos.
Esto lo obligó a anticipar su retiro 6 meses antes de lo que deseaba.

En su despedida del boxeo en 2003 Duhalde se lanzó como representante del pugilista, casi desconocido a nivel nacional, el santa cruceño Néstor Kirchner, llevándolo a pelear contra el ex campeón Menem, su pupilo derrota al viejo campeón, y se alza con la corona, pero para cuando el manager intenta seguir manejándolo y renovar el contrato, el campeón lo despide y decide manejar él mismo su carrera, como lo había hecho anteriormente en su provincia natal.

Para 2005 Kirchner que comenzaba a acumular títulos, se toma un respiro y pone en primera plana al boxeo femenino en las legislativas de ese año, llevando a su esposa Cristina como senadora por Buenos Aires.
Duhlade, aún dolido y a la espera de una revancha, entiende el reto y acepta el desafío poniendo también a su esposa Chiche. La previa de la batalla fue agresiva, pero a la hora de la pelea, Cristina derrotó por nocaut a Chiche en el 1º round en apenas 50 segundos.

En 2007 el boxeo femenino ya era todo un éxito, los Kirchner seguían acumulando títulos de campeón. La decisión estaba tomada, Cristina se lanzaba por la gloria y Néstor hacía las veces de representante.
En las presidenciales de ese año, el boxeo masculino pasó a segundo plano y la contienda final fue entre Lilita Carrió y Cristina Fernandez.
El resultado, otra paliza de votos que volteó a Carrió en el 1º round. Cristina llegaba a lo más alto de su carrera, Presidenta de todos los Argentinos.

Los primeros seis meses, Cristina debió defender su corona casi mensualmente, los rivales se le presentaban desafiantes ante cada aparición pública, resistió todos los embates en cada pelea, que apenas ganaba por puntos, hasta que finalmente en el Campo de la lucha, ocurre lo inesperado, un duelo a todo o nada entre la Representante de Todo el Pueblo y la Corporación Patronal Agro Rural. Golpe tras golpe, punto por punto, llegan al round 15, parece que Cristina nuevamente retiene el título por puntos, pero uno de los jurados, inexplicablemente falla en contra de la boxeadora local. Cristina sufre su primera derrota. El juez que inexplicablemente le bajó el pulgar, traicionándola, había sido su compañero de fórmula, tan solo 6 meses antes.
El nuevo gran campeón, los eternos y enquistados Grandes Medios de “Comunicación”.

Viendo la aparente debilidad de la ex campeona, Duhalde ve la oportunidad de volver al ruedo, trayendo de la mano a un boxeador sin antecedentes valederos, pero con una gran prensa y publicidad, el colombiano pelirrojo De Narváez y para las legislativas de 2009 lo pone mano a mano frente a Néstor Kirchner. Por su lado, Carrió y los radicales buscan su lugar, mientras Néstor K pierde por puntos frente al colorado el round de Buenos  Aires gana por puntos el resto del país frente al acuerdo Carrió, Radicales.

Los últimos 6 meses de 2009 Cristina  lanza toda su batería de golpes, aprobando una serie de leyes que intentan dejar en claro quien manda.
Estas medidas fortalecen el vínculo entre los K y su público y enardece a sus eternos rivales, que volvieron como nunca a la pelea sucia.

En 2010, no hubo respiro, las peleas pautadas y las inesperadas eran muy trabadas, mucho forcejeo, y pocos golpes efectivos, en el cuadrilátero del Congreso. La estampa y experiencia de los K les permitió mostrar lo débiles e inexpertos que eran sus rivales. Mes tras mes, fueron ganando los combates punto por punto. Más nuevas leyes incorporaban derechos a las minorías. Para el 25 de Mayo, la inmensa mayoría del público, salió a las calles para festejar los 200 años de patria y cantaron con gran emoción, vivir con gloria…

Hacia finales del año luego de los festejos, la muerte explicable e inducida, de un joven, en otra clásica riña callejera (auspiciada por…) intenta manchar el legado de los Kirchner, La No Represión. Ya bastante agotado por tanta lucha, en tantos frentes, el matrimonio se toma unos días de descanso en  la Patagonia, un día antes de retornar a los entrenamientos, Néstor encuentra la muerte en su propia casa, su corazón no aguantó más. El impacto en sus seguidores fue tremendo, la despedida, un mensaje memorable.

Duhalde, tras la muerte del mejor boxeador de las últimas décadas, ve la veta para volver a meterse de lleno y quedarse con toda la estructura, e implementa todo tipo de estrategias insanas, trompadas Camaño, toma de terrenos, riñas callejeras, posibles asesinatos, sin llegar aún, a los clásicos saqueos…
Su sed de venganza y permanente ambición, no le permite darse cuenta, que el público, hace más de 1 década, que no lo quiere, ni lo tolera, y por eso cómodamente, desde su casa y en las urnas, lo abuchea.

Rubén Afonso Boaventura



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