25.02.2011
¿Por donde comenzar…?
¿Por 1950, por 2003, por 2010, por hoy, o por mañana?
Contará la historia que naciste en 1950 y te fuiste en 2010.
Según quien te escriba, los libros podrán decir, la verdad o una mentira.
Que fuiste bueno o malo,
Que uniste o dividiste,
Que impusiste, o te impusieron,
Que diste amor o dabas odio,
Que eras fiel o traicionabas,
Que eras progresista o conservador,
Que ibas de frente o pactabas por detrás,
Que hablabas o callabas,
Que agradecías o eras desagradecido,
Que atraías o generabas rechazo,
Que cumplías o fallabas,
Que escuchabas o desoías,
Que abrazabas o soltabas,
Que ayudabas o abandonabas,
Y así, con todo el resto de los adjetivos calificativos y sus posibles antónimos.
Siempre se ha dicho que la historia, finalmente la escriben los que ganan, dibujándola o desdibujándola a su conveniencia.
Pero en el futuro, a quien intente mentir, le será muy difícil, porque nunca en la historia, un mandatario argentino, fue tan reconocido por sus pares latinoamericanos.
Lo de hoy en la inauguración de Casa Patria Grande, que lleva tu nombre, es un gran ejemplo.
Absolutamente todos los presidentes, que tuvieron la suerte de compartir tiempo contigo, hoy continúan extrañándote, y por sobre todas las cosas, se siguen emocionando ante tu recuerdo. Es notable verlos flaquear en sus relatos, cuando toman conciencia de lo presente que estás, en tu ausencia.
Los opositores a tus ideales, podrán querer ocultarte, negarte, u olvidarte, pero nunca podrán ser efectivos en sus intentos.
Porque has dejado un semillero enorme con miles y miles de jóvenes como “Victoria, Pablo, Micaela, Julio, Natalia, Roberto, Gabriel, Diego, Jorge, etc.”, que son las presentes y futuras flores, que crecen y germinan a la luz de Cristina, al mismo tiempo que se nutren del líquido y las sales, que emanan de sus ojos emocionados por el recuerdo de tu ser y el sudor de sus frentes en sus respectivos estudios o trabajos, pero por sobre todas las cosas, se nutren del amor y la fuerza de sus jóvenes corazones.
Esta vez la historia contada, no podrá ser modificada, porque se une con el presente, y va en busca de una continuidad con el futuro y es por eso que no quiero, ni puedo, ni me sale, contar tus memorias.
Porque todavía estás vivo…
Porque puedo dar fe...
Que ayer estuviste presente...
Que hoy estás presente...
Que mañana estarás presente...
En mi vida, en la de mis hijos y en la de los hijos de mis hijos…
Porque seguís y seguirás estando…
Querido Néstor, feliz cumpleaños… 25 de febrero, nacen dos grandes
LINK http://www.youtube.com/watch?v=mCHDp9eK99M&feature=player_embedded#at=124
Rubén Afonso Boaventura
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