jueves, 17 de febrero de 2011

EL CIUDADANO AUSENTE

17.02.2011

Cuando aparece un problema de larga data, que afecta el normal desarrollo de una sociedad,
una de las frases más escuchadas es, “El Estado Ausente”.


Desde la implementación de la Asignación Universal por Hijo, una medida largamente reclamada y que fue aplicada durante el actual gobierno, el Estado se hizo presente en uno de los problemas más angustiantes que tenía nuestra sociedad.


Debido a la larga ausencia estatal, en el tema alimentación, educación y muchos otros, hubo varias generaciones que crecieron y se desarrollaron, con muchas falencias, que han dejado bien marcadas sus secuelas, ya sea en el plano físico, mental o social.


Ante la posible falta de responsabilidad, por parte de los padres (provocada en gran parte, por lo mencionado en el párrafo anterior), el Estado tomó ciertas medidas preventivas.
La más destacada consta del clásico premio o castigo.


Aquellos padres que presenten la libreta con el calendario de vacunación obligatoria y gratuita al día, más un certificado de asistencia y conclusión del ciclo lectivo educativo, a fin de año, recibirán un plus de dinero extra por cumplir con sus obligaciones.


Podremos decir que no es el ideal, ya que “una obligación es una obligación”, por lo cual no se debería premiar a quien solo hace lo que debe hacer. Pero el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra, y precisamente el Estado, por sus antecedentes no podría arrojarla.


Casualidad o no, en los últimos meses he compartido charlas con diferentes representantes de entidades escolares estatales y privadas, desde secretarias, preceptoras, docentes e incluso directoras. Una de las mayores preocupaciones que tienen, es cuando deben enfrentarse a la situación, de darles o no el certificado de presentismo, a los padres de los alumnos, o incluso a los propios alumnos.


A pesar del esfuerzo y la buena intención Estatal, muchos padres no envían a sus hijos a la escuela, pero luego van a exigir el certificado, al establecimiento, para poder cobrar el plus.


El Estado actual está haciendo su parte y es aquí el punto al que quiero llegar con esta nota.
Muchos de estos “representantes de la educación”, me han confesado que para “evitar problemas” les otorgan el certificado igual, aunque los chicos no concurran.


Una triste forma de no hacerse cargo del lugar que ocupan en esta sociedad, eso sí, después son los primeros en quejarse de sus salarios y por la falta de educación. Este tipo de irresponsables asalariados, sin vocación, es a lo que llamo…
“Un Ciudadano Ausente”

Rubén Afonso Boaventura

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