jueves, 9 de septiembre de 2010

HOMENAJE AL CLUB DE BARRIO

AÑO 2008

Querido Club:

¿Cómo estas?, Tanto tiempo…

Si, si, ya sé que estoy borrado, que hace rato no te visito, sabes que pasa, me cambió la vida… al principio, pensaba que mi alejamiento tenía que ver con la edad, estudiar, el trasnochar con los amigos, el conocer chicas, e ir a bailar, y mas tarde fue, el se acabó la joda… y hay que ponerse a trabajar, el estar en pareja, el casarme, los hijos y…. viste, ya no tengo tanto tiempo libre como antes, con el trabajo se me complica, y los chicos…, los chicos ya tienen sus amigos y se juntan con los primos, que tienen pileta y un parque enorme en el fondo.


Aunque no me creas, ya se me complica manejarlos. y encima mi mujer… es divina la negra, pero ella… ella no te conoció, entonces, no te siente tanto como yo… Que se yo… si a veces ni tengo tiempo de verlos, trabajo toda la semana, y si encima, me borro un sábado o un domingo para ir a visitarte o darte una mano, acá me matan.


El mas grande tiene 10 años, sabes… y la nena tiene 8, están enormes los dos…Ya se que me vas a decir que no es para tanto y que te encantaría que fuese con toda la familia a pasar un día…


La verdad, es que un día de estos te los tengo que llevar para que los conozcas, y ellos disfruten de tus árboles, tu aire puro, tu sol, tus hamacas, trapecios, toboganes, calesitas, ruedas gigantes, que gocen de tu clima familiar, tu calidez, tus parrillas con mesas a la sombra de los árboles, tu pileta, tu cancha de fútbol, volley, paddle, tejo, de bochas… si hasta me contaron que tenés un salón de fiestas, y que, al viejo ombú, “emblema de la institución”, le tuvieron que hacer un corralito nuevo y mas grande porque no quiere parar de crecer…


Uuffff, si habré jugado... en ese ombú, si habré jugado en esas canchas. Si nos habrán retado los de la comisión, porque pateábamos la pelota contra la pared y podíamos ensuciar la pintura, o cuando de un pelotazo, rompíamos una lámpara o un vidrio, “por supuesto que siempre fue sin querer”, pero quien te salvaba del reto… mamita, y guarda con que tu viejo supiera que habías sido vos… quien lo aguantaba en el viaje de retorno a casa…


Siempre fuimos vagos, pero éramos tranquilos, siempre tratando de zafar de tener que ayudar a poner las mesas, cuando había una fiesta, y en lo posible llegar tarde a la fiesta, para que no te enganchen de mozo.


Parece que fue ayer… pero ya pasaron casi 20 años, si hasta debo estar, por ser, socio vitalicio, porque… eso sí, querido club, nunca deje de pagar la cuota social, todavía conservo el carnet original, que se yo… siempre sentí que era la única manera de seguir estando cerca tuyo, y de lo que construyeron mis viejos y sus amigos, para que algún día nosotros, y sus nietos, siguiésemos su camino. Tengo tantos lindos recuerdos, que se me llenan los ojos de lágrimas, de solo pensar.


Te acordás de los equipos de fútbol que armábamos, ya se que no éramos buenos, pero le poníamos unas ganas bárbaras, además no te podés quejar, te dejamos algún que otro trofeo en tus vitrinas, después se puso de moda el paddle y los mas fiacas nos tiramos para ese lado, porque no se corría tanto ¿y cuando hacía calor?, todos corriendo a la pileta.


Que grupo que habíamos armado, que manera de jugar a todo y a lo que sea, hasta que no haya mas luz. Ese era el lema. El día más lindo era el sábado, cuando acompañábamos a nuestros viejos, porque tenían reunión de comisión, era lindo el sábado, porque sabíamos que todavía quedaba el domingo, y en verano, ni los mosquitos nos podían echar de aquellos atardeceres hermosos al lado de la pileta.


Me enseñaste a tener amigos, a armar grupos, a bailar, a compartir, a respetar, a ser solidario, a irme de campamento, a crecer, a reír a llorar. Si hasta aprendí a manejar el auto de mi viejo, en ese campo enorme que tenías como predio…


Que lo parió… como pasó el tiempo, y dicen que vos cada día estas mas lindo, aunque menos concurrido, porque los giles como yo, no te olvidamos, pero sí te hemos abandonado…


Perdoname, querido club, tanta desatención, con esto de la globalización, se me enfrió el corazón, pensé en mi, antes que nada, y hoy recibo esta cachetada, llena de nostalgia.


Como me pude olvidar, del esfuerzo de mis viejos, del esfuerzo de tanta gente, que tal vez ya no esté…, que tal vez ya se fue…


Como me pude olvidar, si lo que te sembraron ellos, fue amor, sueño y pasión, y vos me lo devolviste en aquellos años, llenando mi corazón.


Porque se, que tenés razón, querida Institución te vuelvo a pedir… perdón…

                    Tu Socio Nº728


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