En el día de hoy, en su programa La Mañana, en radio Continental, Víctor Hugo Morales dió al aire la siguiente dirección de correo electrónico
futbolparatodos@yahoo.com.ar con el único fin de que cada uno, cuente su experiencia personal, sobre como vivíamos el fútbol en la era de los Codificados y hoy con el Fútbol Para Todos...
Yo participé de la siguiente manera, los invito a ustedes a que cuenten su historia, enviando un mail a esa dirección o simplemente en el comentario de esta nota...
Querido Víctor Hugo:
No hacía falta estar alejado de la Capital Federal, para padecer el sufrimiento que significaba no poder ver el fútbol en directo. Vivo en Monte Grande a escasos 25 kilómetros del obelisco y por no pagar el codificado, “algo a lo que me negué siempre” recuerdo bien, tener que fumarme la pantalla dividida de TyC o Fox Sports donde en la parte superior me mostraban las tribunas y en la inferior una cuadrícula con los resultados finales y los parciales de otros partidos, todo esto con el insoportable relato de mediocres y banales periodistas. A tal punto, era imposible sostenerse frente al televisor, que la mayoría optábamos por quitarle el volumen, y cada tanto mirar de reojo a ver si la gente en la tribuna estaba exaltada, o quieta.
Si la imagen los mostraba quietos, era porque no pasaba nada en el campo de juego y si se veía a la gente en la tribuna gritando, saltando, agitando los brazos o dándole un abrazo al tipo que tenía al lado, eso era señal de que había un penal o un gol, entonces todos subíamos el volumen como si la tv fuese una radio.
La tentación fue grande, y durante muchos años, pero estoy entre los que pudimos resistirnos a hacerles el caldo gordo a estos comerciantes inescrupulosos sin alma.
Mostrarnos a los que nos gusta el fútbol, esa imagen mediocre y austera para tentarnos a consumir, es como mostrarle a un niño hambriento un plato de alimento en buen estado y prohibirle tocarlo hasta que esa criatura vea la comida descompuesta y agusanándose.
Los que pudimos resistir el hambre de fútbol y la tentación, hoy podemos decir que nos sentimos más libres y saludables que nunca.
El poder ver los partidos sentado en el living de mi casa junto a mi familia, es sentir que el dinero de mis impuestos vuelve, y encima dándome placer…
Un fuerte abrazo y gracias por “ser la parte y voz a gritos” de la resistencia…
Rubén Afonso Boaventura
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